En caso de fallecimiento, ¿qué sucede con la Modalidad 40 del IMSS?

La Modalidad 40 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es una opción atractiva para muchos trabajadores que desean continuar realizando aportaciones voluntarias al IMSS después de su retiro y mejorar su monto de pensión.

Sin embargo, surge una pregunta relevante: ¿qué ocurre con el dinero ahorrado en la Modalidad 40 en caso de fallecimiento del titular antes de recibir la pensión? En este artículo, exploraremos las implicaciones y los beneficios para los beneficiarios en caso de fallecimiento del asegurado.

¿Qué es la Modalidad 40 del IMSS?

Antes de abordar el tema del fallecimiento, recordemos qué es la Modalidad 40 del IMSS. También conocida como «Continuación Voluntaria en el Régimen Obligatorio», esta modalidad permite a los asegurados realizar aportaciones voluntarias al IMSS una vez que han concluido su vida laboral. Al participar en esta modalidad, los trabajadores obtienen diversos beneficios, tales como:

  1. Flexibilidad en las aportaciones: Los asegurados pueden decidir el monto que desean aportar, incluso excediendo su último salario registrado ante el IMSS.
  2. Mejora del promedio salarial: Las aportaciones en la Modalidad 40 contribuyen a incrementar el promedio salarial de los últimos 5 años registrados ante el IMSS, lo que puede traducirse en una pensión más favorable.
  3. Aumento de semanas cotizadas: Las aportaciones también ayudan a incrementar el número de semanas cotizadas ante el IMSS, lo que puede impactar positivamente en el cálculo de la pensión.
  4. Aportaciones aún tras la baja laboral: Incluso después de haber sido dados de baja laboralmente, los asegurados pueden seguir realizando aportaciones en la Modalidad 40.

Seguros de la Modalidad 40: Invalidez y Vida

La Modalidad 40 no solo permite a los asegurados mejorar su futura pensión, sino que también ofrece seguros que protegen a su familia en caso de que el titular fallezca antes de recibir la pensión. Los seguros disponibles en la Modalidad 40 son:

  1. Retiro: Garantiza el pago de la pensión por retiro cuando se cumplan los requisitos de edad y semanas cotizadas.
  2. Cesantía en Edad Avanzada y Vejez: Proporciona un porcentaje de la pensión calculado en función de la edad en la que se solicite la pensión, con un máximo del 100% al alcanzar los 65 años de edad.
  3. Invalidez y Vida: Cubre la invalidez del asegurado en caso de enfermedad o accidente laboral que resulte en una invalidez total o parcial.

Beneficiarios en caso de fallecimiento del titular

Cuando el titular de la Modalidad 40 fallece, los beneficiarios legales que tienen derecho a recibir un porcentaje de la pensión son el cónyuge y los hijos menores de 16 años, o de hasta 25 años si están estudiando. Los porcentajes asignados a viudez y orfandad se calculan en base al retiro que realizaba el asegurado en vida. A continuación, se detallan los escenarios comunes:

  1. Viudez: El cónyuge tiene derecho a recibir el 90% de la pensión.
  2. Orfandad: Los hijos tienen derecho al 20% de la pensión.
  3. Viudez y Orfandad combinadas: En caso de que ambos beneficiarios sean aplicables, la mensualidad será de 82% para el cónyuge y 18% para los hijos.

Consideraciones finales

Es fundamental que los asegurados en la Modalidad 40 comprendan los beneficios y las implicaciones en caso de fallecimiento del titular. Al inscribirse en esta modalidad, los trabajadores no solo están mejorando su futura pensión, sino que también están protegiendo a su familia en caso de cualquier eventualidad.

Además, es relevante señalar que los escenarios y porcentajes pueden variar según el régimen de pensiones bajo el cual se encuentre el asegurado (Ley de 1973 o Ley de 1997). Por ello, se recomienda a los asegurados consultar su Número de Seguro Social (NSS) o su Estado de Cuenta de la Afore para determinar a cuál régimen pertenecen y obtener información más precisa sobre su situación particular. La Modalidad 40 es una opción valiosa para asegurar un retiro digno y brindar protección a los seres queridos en caso de fallecimiento, motivo por el cual es importante considerarla cuidadosamente en la planificación financiera y de seguridad familiar.

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